San Pedro Laguna Atitlán, Guatemala
San Pedro Laguna, Atitlán Es un sitio localizado en las faldas de las montañas que rodean al lago Atitlán, un sitio sagrado y alabado por la cultura maya que hoy en día sus vestigios, costumbres y dialecto (tzutujil) permanecen vivos pero en peligro de extinción. Este hermoso pueblo de San Pedro nos ofrece una variedad y surtido en frutas, verduras, semillas y cualquier cosa hecha base de maíz como tortillas, tlacoyos, gorditas, sopes, quesadillas etc.. en general los mercados de América latina suelen ser pintoresco por su gran variedad y gran precio, el de San Pedro no es la excepción. Mientras recorres las calles de este pequeño pueblo hay señoras con canastos en la cabeza que te sorprenden con su: ¿no quiere pan? Pan de banano, chocolate, canela… Hmmm esos deliciosos panes de doña JOlie no me los pierdo por nada , con su respectiva taza de café auténticamente fresco de las montañas , recolectado, secado y molido a la antigüita por un precio bárbaro …7Q Siete es una buen numero Pasemos del café a las deliciosas tortas de la esquina , tortas, tacos y dobladas por 5Q , preparados con su jitomate picadito, verduritas, su guacamole, su respectiva cucharada de frijoles, lechuguita, cebolla, betabel , pollo y su piquito de galllo…hmm eso si es comer rico y barato, y por 3 Q más puedes beberte un atol de fruta, puede ser de guayaba, mango, plátano o lo que sea pero esta bebida preparada a base de máiz es una bebida tradicional guatemalteca que cada dia me doy el tiempo de pasar a deleitar. Un fenómeno que llama mucho la atención a los turistas de esta región son las señoras que lavan su ropa a la orilla del lago, bajan todos los días a la mañana con su grandes canastos de ropa , se posan en las rocas de la orilla y a tallar… brazos fuertes y curtidos, manos rasposas y arrugadas por el agua, jabon…. por todo alrededor. De vez en cuando algunas se animan y se lavan el cabello , otras más atrevidas se quitan el sostén y toman la ducha a las orillas sin preocupaciones, es destacable que estas practicas son milenarias y datan desde las civilizaciones más antiguas como los mayas, por lo tanto fuera de ser una actividad extraordinaria para los turistas se trata de una costumbre más.